A volta do Messias

Os grandes cracks son protagonistas nas grandes ocasións. Non é de estraña a volta de Leo Messi e a súa contracrónica etihílica e canalla do Barça-Milán. Toda vosa:

Estoy borrachísimo y quiero a las vascas. La champions acaba con mi salud.
Ayer perdí el móvil ,durante el partido bebí algo, poco, estaba nervioso, el Barça jugó fatal, ni siquiera, como otros culés decían, nos dio la oportuidad de celebrar un gol. Exigimos demasiado, yo me doy por satisfecho con el hecho de estar en la final. (Por cierto, mi compañera, la agente de desarrollo local, está flipando con lo borracho que estoy y la verdad es que está buena, si no fuera tan maja, y no tuviera las tetas grandes, como a mí no me gustan, en vez de escribir esto, le estaba entrando.

De todos modos, creo que vendrá una nueva psicóloga y está buena, aunque a decir verdad, últimamente no ligo nada. Acabo de coger el teléfono con mi profesionalidad habitual “Centro Empresarial da Construcción, acertando a decir, buenos días, porque todavía diferencio entre el día y la noche.) Ayer el partido me pareció horrible, se trataba de una semifinal de Champions, pero fue un partido bastante malo, de hecho, no sé si es por la borrachera, o por la tensión con la que lo viví, que casi no lo recuerdo. Esperad un momento, que me voy a aclarar la voz porque acaba de llegar la secretaria.... Le digo que llamó Gabriel de Castro Parga, sí, efectivamente, algún trabajador del padre de Antón y sigo...

Estoy borrachísimo y jodidísimo porque he perdido mi puto móvil, hoy al levantarme sin un duro de los 32 con los que salí, por cierto, únicamente encontré sobre la mesa el frontal y la batería de mi móvil, falta el resto. Adiós a mis números de fulanillas. Como todavía estoy borracho, no me importa excesivamente, pero esta noche seré un ser destrozado.

Bueno, pero quiero a las vascas, o bueno, mejor dicho a las leonesas. Ayer después del partido celebré la victoria con una copa de mi amigo Jack, porque en el banco han contratado a nuevos trabajadores, y sin que me explique aún porqué, son del Barça y muy pervertidos, pero mucho, demasiado, incluso a asustan a alguien como yo que con estas crónicas desvelo todas mis intimidades.

Supongo que muchos, o pocos, únicamente los que han seguido leyendo hasta este párrafo, estaréis ansiosos por saber porque quiero a las vascas, bueno, pues tendréis que seguir aguardando (sigo borrachísimo, aunque ya sabéis que opino que beber no es ninguna virtud, me dan pinchazos en el hígado, pero estaremos en París). Mi compañera Raquel, comprendiendo mi estado, no me habla, y la entiendo. Bien, del partido, qué queréis que os diga, pues que me tiemblan las manos de frías que las tengo, y que el Gaúcho jugó nefastamente. Fue uno de los peores partidos del Barça de la temporada. Eto’o estuvo desaparecido, aunque cumplió marcando a Cafú cuando Ancelotti decidió introducirlo en el segundo tiempo. Deco tampoco brilló, intentó hacer algún taconazo, algún destello, pero no le salió y perdió algún balón que casi nos cuesta la Champions. Lo mejor, que ni Márquez ni Puyol fueron amonestados y estarán para defender a Henry, que, por cierto, es atractivo, no voy a negarlo. De hecho, si os fijáis, como yo hago, ni siquiera...

Perdonad, me han dado trabajo. Me acaba de encargar la hijaputa de la secretaria que escriba una carta a inspección de trabajo en A Coruña. En realidad no sabe ni adónde me ha mandado dirigirme y yo tampoco me voy a preocupar en exceso como comprenderéis. Lo único que voy a hacer es escribir decorosamente cinco minutos y seguir con mi crónica para mi deleite y vuestro disfrute, incluso voy a simultanear mi crónica con frases como “O Centro.Empresarial da Construcción ante as continuas solicitudes...”

Hoy debería estar avergonzado. Ayer me pillé una de esas borracheras que, de cuando en cuando, no dejan recuerdos, hacen que te olvides de quién eres y de que vives en Ribeira e, insisto, del horrible partido del Barça.

Sería a eso de la una y media de la mañana cuando mi móvil desapareció, mientras hablaba con una vasca, del alavés, con cierto aspecto de Laura Pausini. (bueno, ya sé que Laura Pausini ni sabe cantar ni está buena, pero en Ribeira es lo que hay) a la que le parecía un yogurín. Puestos a enumerar sus virtudes diremos que rondaba los treinta, más bien los cuarenta años,que tenía los cabellos negros y que era muy morena de piel y que me abandonó por un ribeirense bastante chungo que seguramente tendría más dinero que yo. Poco después me puse a hablar con una de sus amigas, una leonesa, que sereno diría que no estaba nada buena, pero que en mi estado de -calculo 2 de la mañana- resultaba aceptable y era veterinaria, como Pepe, Nadador, también con sus treinta y bastantes... Se debió asustar, porque yo, impresentable como soy, le pasé unas cuantas veces la mano por la espalda y me declaré del modo más prosaico que sé para no asustarla. Ella se reía, no sé estipular su grado de borrachera, porque el mío era abundante... Lo que no olvido es que charlamos bastante tiempo y no de Messi precisamente. Debí proferirle alguno de mis improperios habituales y filosofías mundanas, porque el caso es que se alejó diciéndome repetidas veces que se iba. (Sinceramente, no creo que quisiera llevarme a su casa, y si lo quería yo no lo entendí.) Continué con mi noche con otra de sus amigas, ésta si que no resultaba nada atractiva, y me entraba descaradamente, igual que a los seis borrachos del Aloha, un
bareto underground de Ribeira en el que el propietario es del Barça y comercial de Telebanza, viva la versatilidad!

He aquí la carta:
“O Centro Empresarial da Construcción do Barbanza (CECB) ponse en contacto con vostedes para solicitarlles formularios orixinais de inspección de traballo co fin de poder remitir denuncias, xa que son moitos os asociados que se dirixen ó CECB para comunicar prácticas construtivas que non cumpren coa legalidade vixente”.

Eso es lo que tendré que hacer en toda la mañana, así que ahora a seguir con mi carta en mi maqueta de Quark. El texto luego lo copiaré a hotmail y será vuestro.

Esperad, a ver dónde me quedé (joder, perdí el móvil, pero os quiero a todos y a todas de los que ahora ya no tengo el número).

Ah, vale, me quedé en el Aloha con esa mujer que me entraba igual que al resto del bar. Del Aloha no fui a ningún otro lado más que a mi cama. (Miro el reloj, hostias, guay, ya son las 12 una hora y media y me pongo a sobar).

A ver, el Barça, hoy ni siquiera leí en El País la crónica de Ramón Besa, la tengo abierta y oculta en mi barra de herramientas, pero todavía no le eché un ojo. Esperad, la leo y luego completo mi crónica poco futbolística.... Ay, estaremos en París.

Acabo de leerla, Ramón Besa hace un elogio entusiasta de Inieste y del Barça resultadista. Iniesta sigue pareciéndome una chica guapa que sigue sin creèrselo, aunque se lo cree algo más que antes, algo así como la vasca, aunque Iniesta es mejor futbolista que guapa es la vasca. Habla de Ronaldinho que ayer no apareció, lo que hizo el Gaúcho podía haberlo hecho yo, un par de toques pisar el balón un par de veces, todo muy terrenal... El partido y el postpartido de ayer mejor olvidarlo, lo importante es que estamos en París y que celebraré el martes 16 que jugamos la final y el miércoles ya se verá si la ganamos, aunque jugando con el equipo A, y no de Aníbal, si no el de Valdés (no hay otro), Oleguer, Márquez, Puyol (qué grandes, repito, ninguno de los dos vio tarjeta, y creo que fueron los mejores) Gio, Edmilson, Xavi (si coge ritmo, yo lo pondría, porque es el mejor en el centro del campo, ayer Deco debió jugar borrachísimo porque fue un desastre), Deco, Messi, el Gaúcho y Eto’o. Ellos no pueden perder con el Arsenal, aunque ya no importa, mi deseo era que jugase todos los partidos de Champions y los jugarán. No digo que jugásemos, jugarán, pero si ganan, como sucede en estos casos, ganaremos. Menos mal que sólo queda un partido de Champions, sólo una borrachera más. De hecho, desde el día de Stamford Bridge no volví a estar borracho. Algún día volveré a ver a la vasca y a su amiga leonesa, pero no importa porque todos y todas me gustáis más que ellas y de vosotros (no quiero parecer Ibarretxe. Asi que no diré vosotras, conocéis bastante el género neutro latino que en castellano fue asimilado por el masculino) me gustáis más.

Visca el Barça. Estamos en París.

Os quiero a todos. Se agradece que enviéis el móvil, porque dudo bastante que recupere mi móvil y tarjeta. Joder, justo el martes había soñado que ya llevaba bastante sin perder el móvil, Puto Barça, me cago en él. Ya empiezo a estar menos borracho y el dolor de perder el móvil hiere.